sábado, 22 de diciembre de 2012

9. Me la llevo.

Al final Hanna y Zac decidieron venirse a España también, no sabían lo agradecida que estaba, a las 7 de la mañana me levanté, no había pegado ojo en toda la noche, echaba de menos a mi madre, no habíamos pasado juntas todo el tiempo que hubiera querido, después de lo que pasó guardé un rencor importante hacia ella, y ahora me arrepentía. ¿Qué que había pasado? eso es lo que me pregunto Matt en el avión.

Matt: ¿Por qué ella vivía en España y tú en Londres?

Aria: Es una larga historia.

Matt: Soy todo oídos.

Aria: Bueno, pues mis padres estaban muy enamorados y se casaron, dos años después me tuvieron a mi, mi padre decía que era un regalo del cielo, pero en casa empezaron las discusiones, así que mi madre se fijó en otro hombre, un estadounidense que vivía en nuestra calle, con él tuvo una hija, Shara, mi padre sufrió por su engaño y yo lo pagué con ella, Shara siempre ha sido mi hermana pequeña, ella no es la culpable de lo que pasó.

Matt se conmovió, pasó su mano por mis hombros y me empujó hacia su pecho, una lágrima cayó por mi cara al saber que no volvería a ver a la que tanto me dio pero yo aborrecí cuando engañó a mi padre, al llegar Shara nos estaba esperando en el aeropuerto, Hanna Zac y Matt pretendían ir a buscar un hotel.

Aria: No, teniendo casa aquí vosotros no vais a un hotel.

Cuando entré en mi antigua casa miles de recuerdos asaltaron mi cabeza, las discusiones con mi madre, las reconciliaciones, abrazos, besos, te quieros. Todo estaba en mi cabeza en ese momento, mis familiares más cercanos vinieron a ver como estaban, pero de repente llegó él, el padre de Shara, yo no podía verle, era una persona que había roto mi familia en mil pedazos, pero lo que me sorprendió fue que Shara no quería verle.

Aria: Shara ha llegado tu padre.

Shara: Ese no es mi padre.

Aria: ¿Qué dices? Shara, tienes que hablar con él.

Shara: No después de todo el daño que nos ha hecho Aria.

Digamos que el padre de Shara era agresivo, por no utilizar otro adjetivo, cuando bebía esa situación empeoraba, aún así decidí bajar yo a hablar con él.

Aria: Lo siento, Shara no quiere verle.

Padre Shara: Me la voy a llevar Aria.

Aria: No, tú no te la vas a llevar a ninguna parte.

Padre: Soy su padre.

Aria: Como si eres el rey de España.

Padre: Mañana vendré a recogerla.

Tenía que hacer algo, no podía permitir que ese demonio se llevara a mi hermana, en cuanto aquel hombre se marchó de la casa llamé a mi padre, me dijo que la podría llevar a Londres, yo era mayor de edad y podría ser responsable de ella. Shara entró en el salón donde estaba con Matt, Hanna y Zac, vino directamente a mi.

Shara: No me vas a dejar con él ¿verdad?

Aria: Claro que no. Mañana cuando venga hablaré con él.

Shara: No quiero volver a ese infierno.

Aria: No lo harás mi amor.- Dije mientras la abrazaba.- Ahora vete a dormir, descansa.

Me quede en el salón, les pregunté que les parecía la situación, que si creían que lo conseguiría.

Hanna: Te vamos a ayudar, vamos a conseguirlo.

Zac y Matt asintieron.

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